Todos queremos gangas… especialmente en tiempos difíciles. El problema es que pagar menos puede costarle más a largo plazo.
Analicemos las máquinas fitness. Todas son parecidas ¿verdad? Las máquinas baratas –con poca o nula calidad- es fácil confundirlas con las de alta calidad. Tienen el mismo aspecto que cualquier otra máquina, pero en cuanto pasa cierto tiempo, no mucho, ¡toda esa percepción cambia!
Entonces, ¿por qué instalaría alguien este tipo de máquinas? Por su precio, naturalmente mucho más baratas pero más caras a la larga. Falta de servicio técnico o mal servicio, falta de repuestos, problemas con las pinturas – como ya pudimos leer en otro artículo que colgamos- sobre oxidación, etc.
Como decía John Ruskin, sociólogo y además un gran maestro de la prosa inglesa: “Es difícil encontrar en el mundo, algo que el hombre no pueda hacer un poco peor y venderlo un poco más barato, y aquellos que solo consideren el precio se volverán presas legítimas de este hombre”.
La borrachera de agua, con poco dinero se paga.
Nuestro inicio en el sector se remonta a antes del 1984 cuando fabricábamos discos de levantamiento de fundición para dos importantes empresas del sector.
En estos 30 años la confianza depositada por los clientes en nuestra marca y su satisfacción por nuestro producto y servicio nos han hecho crecer, mejorar y darnos a conocer en el mundo entero.
A día de hoy seguimos diseñando y fabricando productos de calidad con el mismo esfuerzo e ilusión que hace 30 años.
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